EL HUEVO Y LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD
A lo largo del tiempo, se nos ha hecho saber que la alimentación es esencial durante el crecimiento. Pero el punto que casi no tenemos en cuenta es que esta no es menos importante en la tercera edad.
Cuando la etapa de la tercera edad finaliza, el proceso de envejecimiento lleva al desgaste ya la pérdida de músculos y huesos que pueden afectar la salud en general.
Pequeño en tamaño, grande en beneficios
Lo que no sabíamos es que un alimento tan pequeño, en tamaño, como el huevo, puede ayudarnos a prevenir cualquier déficit.
La proteína del huevo es considerada la de más alta calidad de todos los alimentos, pues contiene todos los aminoácidos esenciales para nuestro organismo, aquellos que el cuerpo no puede fabricar por sí mismo y necesita obtener a través de los alimentos.

Consumir más huevo
Según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la ingesta diaria adecuada de proteínas para adultos (incluidos los mayores de 65 años) debe ser de 0,83 g / kg de peso corporal. Un huevo de tamaño mediano (50 g comestibles) aporta unos 6,4 gramos de proteína, presentes tanto en la clara (40%) como en la yema (60%).
En este contexto el huevo es un alimento de gran importancia en la dieta del adulto mayor, puesto que:
- Tiene una alta densidad nutricional: es el alimento más completo después de la leche materna.
- Es una de las principales fuentes de colina, un nutriente esencial implicado tanto en el metabolismo como en la síntesis de neurotransmisores (procesos de memoria y retención del conocimiento).
- Es una de las pocas fuentes alimenticias de vitamina D. Está presente en la yema y esta es la implicada en la salud ósea, en el mantenimiento de la función muscular y en el rendimiento físico.
- Contiene luteína y zeaxantina, con efectos protectores frente a la degeneración muscular asociada a la edad.
- Por otro lado, el huevo contiene zinc, este es indispensable para la actividad de numerosas enzimas y para funciones corporales esenciales como: la síntesis protectora y el mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
- Por último, el huevo también aporta fósforo al organismo, que es el sexto mineral más abundante y necesario en nuestro cuerpo. El 80% del fósforo corporal, junto con el calcio forma parte, de la estructura mineral de los huesos y dientes.


El huevo y las personas de la tercera edad
Una de sus principales funciones es contribuir, junto con las proteínas, el zinc y la vitamina D al mantenimiento de los huesos en condiciones regulares. También tiene el objetivo de mantener el metabolismo energético y el funcionamiento adecuado de las membranas celulares.
Con todo lo anterior, además de querer incentivar el consumo del huevo en las personas mayores, sentimos la necesidad de romper un mito importante: Si bien el huevo es un alimento que contiene grasa, se trata de bajos niveles de grasa saturada (grasa negativa) en comparación a otros alimentos.
En cambio, el huevo tiene buenos niveles de grasa insaturada (la positiva) que limpian de colesterol dañino el cuerpo y permiten que este no se absorba en el organismo.
Así que, consumir huevo es fundamental porque este es un excelente aliado en la alimentación de las personas mayores. Su aporte proteico, de vitaminas y minerales es de gran interés para mantener la funcionalidad del cuerpo. Además, el huevo resulta ser un alimento accesible en cualquier lugar y muy fácil de preparar.