Huevos Benedictinos

Si algo está claro, es que no hay nada mejor que empezar el día alimentándonos con preparaciones deliciosas, pero sobre todo nutritivas y fáciles. Pues bien, hoy queremos que aprendas la receta perfecta para unos huevos benedictinos.

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Cómo preparar huevos benedictinos
1.- Lo primero es untar las rebanadas de pan con mantequilla y tostarlas ligeramente en una sartén por ambas caras. Seguido a esto, se recorta cada rebanada con un molde redondo o un cuchillo, para darle forma redonda.
2.- En la misma sartén, freímos las lonchas de bacon hasta que estén ligeramente rujientes y las retiramos del fuego. Para preparar los huevos escalfados, ponemos el agua con el vinagre a hervir en una olla y cuando esté casi a punto de hervir, apagamos el fuego.
3.- A continuación, añadimos, con mucho cuidado para que no se rompan, los huevos enteros y abiertos, y dejamos que se cocinen en el agua durante 3 minutos. Los retiramos y los pasamos a un recipiente con agua fría. Es mejor no añadir al agua más de uno o dos huevos, ya que de esta forma evitaremos que el agua se enfríe demasiado y además, se facilita el manejo de los huevos sin romperlos.


4.- Y finalmente, cuando tengamos todos los huevos listos, montamos el plato, colocamos la rebanada de pan tostado como base, encima ponemos una o dos lonchas de bacon fritas, el huevo escalfado y como coronación una buena porción de salsa holandesa, la cual es opcional.
Receta Salsa Holandesa
- Lo primero es poner la mantequilla al fuego a baño maría. Dejamos que se derrita sin tocarla y cuando comience a estar caliente aparecerá en la superficie una espuma y en el fondo una capa residual.
- En ese momento retiramos del fuego y eliminamos la espuma con una cuchara. La capa blanquecina del fondo la desecharemos en el momento en que vayamos a utilizar la mantequilla. En el vaso de la batidora ponemos un huevo, sal, pimienta negra molida y la cucharada de zumo de limón.

4.- Seguido a esto, batimos todos los ingredientes para integrarlos, mientras vamos añadiendo la mantequilla clarificada y templada.
5.- En este punto simplemente revisamos que la mezcla quede bien compacta y en caso de ser necesario, batimos una última vez.
- Finalmente, reservamos la salsa holandesa hasta el momento de su utilización. Debemos tener en cuenta que debe servirse caliente o templada. Por eso, lo más recomendable es que su preparación se dé al mismo tiempo en el que se prepara el plato.
¿Qué tal te pareció esta receta? Para chuparse los dedos, ¿verdad? Para ver más recetas con huevo, solo debes dar clic aquí. Si quieres aprender más acerca del Poder del Huevo, visita nuestra sección de blogs.